jueves, 25 de enero de 2018

1 SAMUEL. CAPÍTULO 6.

61El arca del Señor estuvo en país filisteo siete meses.

Devolución del arca

2Los filisteos llamaron a los sacerdotes y adivinos y les consultaron:
-¿Qué hacemos con el arca del Señor? Indicadnos cómo la podemos mandar a su sitio.
3Respondieron:
-Si queréis devolver el arca del Dios de Israel, no la mandéis vacía, sino pagando una indemnización. Entonces si os curáis, sabremos por qué su mano no nos dejaba en paz.
4Les preguntaron:
-¿Qué indemnización tenemos que pagarles?
Respondieron:
-Cinco diviesos de oro y cinco ratas de oro, uno por cada príncipe filisteo, porque la misma plaga la habéis sufrido vosotros y ellos. 5Haced unas imágenes de los diviesos y de las ratas que han asolado el país, y así reconoceréis la gloria del Dios de Israel. A ver si el peso de su mano se aparta de vosotros, de vuestro país y de vuestro dios. 6No os pongáis tercos, como hicieron los egipcios y el Faraón, y ese Dios los maltrató hasta que dejaron marchar a Israel. 7Ahora haced un carro nuevo, tomad dos vacas que estén criando y nunca hayan llevado el yugo y uncidlas al carro, dejando los terneros encerrados en el establo. 8Después tomad el arca del Señor y colocadla en el carro; poned en una cesta junto al arca los objetos de oro que le pagáis como indemnización, y soltad el carro. 9Observadlo bien: si tira hacia su territorio y sube a Bet Semes*, es que ese Dios nos ha causado esta terrible calamidad; en caso contrario, sabremos que no nos ha herido su mano, sino que ha sido un accidente.
10Así lo hicieron. Agarraron dos vacas que estaban criando y las uncieron al carro, dejando los terneros encerrados en el establo; 11colocaron en el carro el arca del Señor y la cesta con las ratas de oro y las imágenes de los diviesos. 12Las vacas tiraron derechas hacia el camino de Bet Semes; caminaban mugiendo, siempre por el mismo camino, sin desviarse a derecha o izquierda. Los príncipes filisteos fueron detrás, hasta el término de Bet Semes.
La gente de este pueblo estaba segando el trigo en el valle; 13alzaron los ojos, y al ver el arca, se alegraron. 14El carro entró en el campo de Josué, el de Bet Semes, y se paró allí. Al lado había una gran piedra. Entonces la gente hizo leña el carro y ofreció las vacas en holocausto al Señor. 15(Los levitas habían descargado el arca del Señor y la cesta con los objetos de oro y los habían depsoitado sobre la piedra grande. Aquel día los de Bet Semes ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión al Señor). 16Los cinco príncipes filisteos estuvieron observando, y el mismo día se volvieron a Ecrón.
17Lista de los diviesos de oro que los filisteos pagaron como indemnización al Señor: uno por Asdod, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno por Gat, uno por Ecrón. 18Las ratas de oro eran por las ciudades de la Pentápolis filistea, incluyendo plazas fortificadas y aldeas desguarnizadas. Y la piedra grande donde depositaron el arca del Señor se puede ver hoy en el campo de Josué, el de Bet Semes.
19Los hijos de Jeconías, aunque vieron el arca, no hicieron fiesta con los demás, y el Señor castigo a setenta hombres. 20El pueblo hizo duelo, porque el Señor los había herido con gran castigo, y los de Bet Semes decían:
-¿Quién podrá resistir al Señor, a ese Dios santo? ¿Adónde podemos enviar el arca para deshacernos de ella?
21Y mandaron este recado a Quiriat Yearim*:
-Los filisteos han devuelto el arca del Señor. Bajad a recogerla.

Explicación.

6,1-18 Una vez que ha fracasado el dios Dagón, los sacerdotes y adivinos tendrán que salvarlo a él y a sus devotos. La deliberación se desarrolla en un estilo de calculadas condicionales. Desde luego hay que soltar o enviar el Arca; además hay que apurar el sentido de los hechos.

La vuelta del Arca, lo recuerdan expresamente los sacerdotes, se parece a la salida de los hebreos de Egipto; los filisteos retienen injustamente el Arca, el Señor los hiere con una plaga, los filisteos se endurecen y, en vez de soltarla, la van paseando por el territorio, la plaga recorre el territorio, los filisteos deciden soltar el Arca cautiva. Hay varios contactos de vocabulario entre las dos narraciones.

El sentido de los hechos se aclarará en una especie de juicio de Dios: el primer signo será la curación, que probará el poder del Señor sobre la salud y la enfermedad; el segundo signo será la reacción de las vacas, que probará el poder del Señor sobre el reino animal. La alternativa de la mano del Señor es un accidente casual.

La devolución del Arca va acompañada de un don expiatorio, o compensación ritual, el cual a su vez expresa el acto interno de reconocer la gloria del Señor y el propio pecado. El Arca vuelve a entrar en territorio israelita en una especie de procesión, con filisteos por asistentes; la procesión concluye en un sacrificio litúrgico un poco improvisado, en el que los filisteos hacen el gasto de víctimas y leña, mientras que una gran piedra se ofrece como altar intacto. Este sacrificio, que presencian de lejos los filisteos, será la expiación realizada.

El estilo narrativo se mantiene al mismo nivel de acierto con nuevos elementos de variedad: el estudio del caso, las instrucciones minuciosas de los sacerdotes, por un lado; por otro, la descripción de las vacas (su mugido llena el silencio del camino), el paso suave de los filisteos a los israelitas, la retirada silenciosa de los primeros; y en toda la narración, un tono irónico que se hace más explícito en algún momento.

6,3 Sobre la "indemnización" como sacrificio "penitencial", véase Lv 5; 7 y 14. Se trata de exvotos al revés, se entregan antes de la curación, recordando la enfermedad y sus propagadores. Lv 5.

6,5 El narrador juega con la oposición kbd-qll, ser pasado y ser ligero, y con el doble sentido de kbd: "ser pesado" y "gloria" El tema de la "mano pesada" ya sonaba en 5, 6.11; el verbo se repite en el verso siguiente (ponerse terco = poner pesado el corazón). En el castigo han quedado unidos pueblo, tierra y dioses, y la triple rima lo subraya sonoramente. Jos 7,19.

6,6 Ex 7,13; 8,19.

6,7 Es importante que todo sea nuevo, limpio de posible contaminación. El verso se distingue por la acumulación del sonido ayn. 

6,9 Normalmente hay que esperar a que las vacas vuelvan hacia el establo donde están los terneros. Al dios extranjero tocará arrastrarlas hacia sí, si quiere hacerse con los dones; de lo contrario, todo volverá a poder de los filisteos. Como se ve, el juicio de Dios es casi un desafío. * = Casalsol.

6,12 La localidad de Bet Semes (Casalsol) aparece como zona fronteriza, y se encuentra a unos 35 kilómetros de la costa, defendiendo un importante acceso hacia el interior. Esto significa una expansión filistea en territorio israelita, sin duda como consecuencia de su victoria reciente.

6,14 1 Re 19-21; 2 Sm 24,22.

6,15 Este verso parece adición que pretende aclarar la forma de la ceremonia, según usos posteriores: la dirigen los levitas, se ofrecen holocaustos y sacrificios de comunión.

6,19 Comienza la primera etapa del Arca en tierra israelita, primera etapa de una peregrinación que durará muchos años y culminará con su entrada en un templo propio en Jerusalén.

El texto hebreo de este verso es muy dudoso: sea porque no hicieron fiesta, sea por fisgar dentro, el arca despliega su poder numinoso entre los vecinos (a lo mejor los alcanza la epidemia).

6,20 Los vecinos, parecen imitar a los filisteos en deshacerse del arca. Sal 76,8.

6,21 Villasotos (Quiriat Yearim) se encuentra a unos veinte kilómetros de distancia hacia el este. ¿Por qué no escogen uno de los sitios tradicionales, Gilgal o Betel o Siló? Puede ser que no lo permitieran los filisteos. Véase Sal 132 * = Villasotos.

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